A lo largo de nuestra vida, estamos continuamente tomando decisiones. Para nuestra empresa, para nuestra familia, hijos, trabajo, ocio...
Decisiones unas veces importantes y otras menos, unas veces más meditadas y otras veces más a la carrera, pero lo que está claro es que hoy en día todos somos el fruto de las decisiones que hemos tomado.
Después de llevar 25 años en el mercado laboral, tener empresas y crear una familia tengo más claro que nunca que la decisión más acertada que he tomado nunca y la que más ha marcado mi vida y mis pasos, la tomé con 6 años cuando me inscribí en el equipo de baloncesto de mi colegio. Este hecho sería el que marcaría mi vida y el que me hizo convertirme en quien soy hoy dia.
Enfrentarme a la vida con decisión, no dudar ante las situaciones adversas, no abandonar nunca nada por muy difícil que parezca conseguirlo, no dar nada por perdido hasta el final o ser emprendedor, son cualidades que me ha dado el deporte y que siempre he sabido adaptarlas a otras facetas de mi vida como la empresarial, la familiar o la personal, pero lo más importante que me ha enseñado el deporte ha sido a tener ilusión, a luchar, a reinventarme, o lo mejor de todo. A tener una mentalidad positiva.
He realizado pruebas en mi vida en las que he llevado tan al límite a mi cuerpo que ha sido mi mente la que se ha encargado de terminarlas.
Hoy día, utilizo mi experiencia deportiva para enseñar a las personas a través de las charlas, a sacar lo mejor de ellos mismos a generar motivación y confianza, a aprender a valorarse y sobre todo a motivarse.
Porque no hay nada más imparable que una persona motivada.